Aún creo para mi asombro en un nuevo amanecer, uno deslumbrante, donde las estrellas se oculten para dar paso a los primeros rayos del sol que iluminan tu rostro mientras sueñas.
Aún conservo en mi recuerdo el perfume de las frescas flores que me llega desde el ventanal, sus brotes, colores y las gotas del rocío.
Aún abrigo en mi alma los latidos de tu corazón que me hablan al oído de amor y eternidad cuando me envuelven tus brazos que ahuyentan el frío.
Aún te siento luz en mi camino. Eres tiempo hecho poesía y  silencio; eres  notas de una melodía.
Toma mi mano, vuela y llevame a tu orilla porque la vida se vuelve penumbras si no estoy contigo.