miércoles, 9 de enero de 2013

Ingenio

“Érase un paraje de árboles frondosos en una zona
selvática perdida entre los inmensos territorios
del sur de África.
En esos parajes, y especialmente durante la estación
seca que se desarrollaba, el alimento no abundaba
y los animales se encontraban mucho más interesados
en comerse unos a otros en cuanto pudieran, que en pasear
indiferentemente por esas praderas, pues
era claro que la incertidumbre del mañana no
aseguraba ningún alimento
Así las cosas, un mono pequeño se había alejado
del grupo de árboles donde vivía habitualmente
y que le daba cobijo, especialmente frente a sus
depredadores, ya que al aparecer uno de ellos
enseguida se subía a la rama más alta de alguno
de esto árboles alejándose del peligro.
Al seguir alejándose de su arboleda habitual,
tal vez seducido por la curiosidad, llegó hasta
un descampado inmenso y casi sin árboles.
Comenzó a explorarlo detenidamente pues
era un territorio completamente desconocido para él.
Observaba y contemplaba cada flor y cada fruto. 
En eso, a lo lejos, ve precipitarse en la dirección
en la que él se encontraba a una gran pantera
negra que, habiéndolo divisado o acechado desde
hacía un rato, se aprestaba a atraparlo para
comérselo de un bocado.
El monito, advirtiendo la situación y no sabiendo
qué hacer, comienza a correr desesperadamente
descubriendo a los pocos metros que no había
ningún árbol cercano al cual subirse para escapar
del peligro. A los pocos pasos de donde se encontraba,
divisa el esqueleto de un animal muerto y se le
ocurre una singular idea.
Dando su espalda a la dirección en la que venía
la pantera, se pone a mordisquear agresivamente
los huesos del animal. Cuando la pantera estaba
lo suficientemente cerca como para escucharlo
pero no todavía lo suficiente como para atraparlo,
dice el monito en voz alta:
-¡Ahh, qué rica pantera me acabo de comer! ¿Dónde habrá otra?
La pantera lo escucha y se frena de golpe.
Como el monito estaba de espaldas, la pantera
no lo identifica como a un mono y se pregunta a sí misma:
-¿Qué raro animal será este que se come las panteras?
Mejor me voy, no sea que me coma a mí también.
La pantera, entonces, se aleja lenta y silenciosamente
para que el misterioso animal “come panteras” no la escuche.
Sin embargo, una lechuza que tenía su cueva cerca
de donde ocurrió toda la escena reciente,
se da cuenta de la trampa tramada por el monito
y vuela rápido a contarle a la pantera lo sucedido.
La pantera, al oír la historia contada por la lechuza,
se indigna y se siente afectada en su instinto de
gran cazadora. Enojada le dice a la lechuza:
-Súbete a mi lomo y vamos a buscar a ese mono.
Ya verá ese quién se come a quién.
El mono, muy atento, vislumbra a lo lejos que vuelve
la pantera en su misma dirección pero esta vez
portando en su lomo a una lechuza que le pareció
haber visto cerca suyo hace unos momentos.
En breves segundos el mono se da cuenta de la
traición de la lechuza y se coloca en la misma
posición de antes, es decir, dando la espalda
hacia la dirección desde donde venía la pantera, 
y continúa mordisqueando los huesos del animal muerto.
Cuando la pantera nuevamente se encuentra
cerca como para escucharlo, dice el monito alzando la voz:
-¿Dónde estará esa maldita lechuza? ¡Hace mas de media
hora que la mandé a conseguirme otra pantera!”.

Esta historia ilustra la ingeniosa manera que usa el 
monito para solucionar un problema.
Todos los problemas tienen una solución y para eso
hay que ser creativo y positivo.

11 comentarios:

  1. Olá!
    Quanto tempo!
    Bela história com bom ensinamento.
    Obrigada pela visita.
    Lua Singular

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  2. muy buena historia... que tengas un muy buen año Michel!

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  3. Muy buena tu historia Michel. Ese monito nos da una gran lección de sabiduría. UN ABRAZO

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  4. En primer lugar quiero agradecerte el que hayas entrado en mi casa y te hayas quedado de seguidor. Intenté hacer lo mismo en la tuya pero me ha sido imposible.
    Acabo de leer tu entrada y, además de entretenida, me he quedado admirada del ingenio del mono, nunca debemos menospreciar a los más débiles, siempre nos pueden sorprender con alguna lección.
    Abrazos.
    Kssioles

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  5. Ya lo he logrado.
    Más abrazos.
    Kasioles

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  6. Que me ha gustado este maravilloso relato.

    Cuanto ingenio y cuanta enseñanza.

    Me vas a tener por aquí con frecuencia, para gozar leyéndote.

    Saludos, manolo
    .

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  7. Me has recordado a las Fabulas de Iriarte.
    El mono realmente ingenioso, para tomar ejemplo.
    Un abrazo.

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    Buen fin de semana... MaRiBeL

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  9. Bella la tua storia, e bello anche il finale positivo.
    Un bacio,
    Mely

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  10. Hola Michel! Historias de creatividad muy interesante tu post


    Siento no haber entrado últimamente en tu espacio, no tengo ganas de entrar últimamente en el blog, desde la muerte de mi madre que ara dos meses el 25 no se me apetece nada la verdad pensé que era mas fácil pero cuanto mas días pasan mas difícil se me hace, no verla
    y mil besos para ti

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